La Ciudad de Buenos Aires abrió una nueva oportunidad para que los más jóvenes puedan expresarse a través del cine. Hasta el 30 de septiembre, los estudiantes de escuelas porteñas podrán inscribir sus cortometrajes en el marco del premio “Aprendé a desconectar”, una propuesta que invita a reflexionar sobre el impacto del uso excesivo de pantallas en la vida cotidiana.
Cine en las aulas: creatividad y pensamiento crítico
La convocatoria se desarrolla dentro del concurso Hacelo Corto, una iniciativa del programa Medios en la Escuela, que busca integrar el lenguaje audiovisual al ámbito educativo. Este espacio brinda a los estudiantes la posibilidad de desarrollar su creatividad, ejercitar el pensamiento crítico y trabajar en equipo, abordando un tema que hoy atraviesa a chicos, docentes y familias: el tiempo que pasamos frente a celulares, computadoras y televisores.
Una problemática actual transformada en arte
El objetivo del certamen es que los alumnos puedan convertir una preocupación social en un relato audiovisual, explorando de qué manera el exceso de pantallas afecta la comunicación, los vínculos, la concentración o incluso los hábitos de descanso. Al mismo tiempo, la iniciativa alienta a descubrir cómo el arte puede ser un canal para proponer soluciones, compartir experiencias y generar conciencia.
Formación con mirada pedagógica
Más allá de la competencia, el programa Medios en la Escuela fomenta que los jóvenes aprendan a usar la cámara como herramienta de análisis y creación, con acompañamiento docente. El proceso implica guionar, filmar, editar y presentar un producto final que refleje una mirada propia sobre el tema, dándole valor tanto al contenido como a la producción.
Un certamen con impacto comunitario
El premio “Aprendé a desconectar” no solo apunta a destacar talentos emergentes, sino también a instalar la reflexión en las comunidades educativas. Cada corto se convierte en un disparador para conversar sobre hábitos digitales, promover un uso más consciente de la tecnología y, al mismo tiempo, revalorizar el encuentro cara a cara en un mundo cada vez más mediado por las pantallas.